Halau Hula Ewa Lani

Kamehameha I, 1795-1819 Elevándose por encima de los demás a los seis pies, seis pulgadas, Kamehameha era convertirse en el guerrero más grande jefe de Hawai. Fue real nació en el distrito de Kohala de la isla de Hawai. Quizás el cometa Halley, que en 1758 marcó el año de su nacimiento, presagió su destino como un hombre poco común y auspicioso. En 1791, Kamehameha convirtió en el único jefe de la isla de Hawai. Después de la conquista de Maui y Molokai, invadió Oahu en 1795 y estableció su reinado allí también. Mares tempestuosos y un brote de la enfermedad se volvieron a sus tropas de vuelta en dos intentos de invadir Kauai. La aceptación de lo inevitable y que quieran evitar el derramamiento de sangre, el rey de Kauai cedió a la regla de Kamehameha en 1810. Con su gran proyecto de unificación completado, se había ganado el título, Kamehameha el Grande. La primera hawaiana de regir a todas las islas murió en 1819. Sus huesos fueron enterrados en un lugar secreto en la isla de Hawai

"Celestial O! Me dirijo a usted las órdenes de su abuelo. Aquí están los jefes, he aquí el pueblo de sus antepasados; aquí están sus armas; aquí están sus tierras. Pero dos serán compartir el dominio sobre la tierra ". Traducción Inglés a partir de: Kamakau, Samuel M. jefes Gobernantes de Hawai, rev. ed., 1992. Texto original del Ka Nūpepa Kū'oko'a, 21 de septiembre 1867. exhibición Kaahumanu headWith estas palabras, Ka'ahumanu, la esposa favorita de Kamehameha I, creó la oficina de kuhina Nui. Dotado con el aura de su difunto marido, ella dominó el gobierno del reino durante trece años. Ella gobernó primero con Kamehameha II hasta su partida a Inglaterra en 1823 y luego como regente de Kauikeaouli (Kamehameha III). Ka'ahumanu asumió el control de los asuntos de gobierno, incluida la autoridad sobre asuntos de la tierra, el tema más importante para la nación hawaiana para muchas generaciones por venir. Inteligente y astuto, Ka'ahumanu instigó la ruptura

E ke Akua mana loa E ha'awi mau I Ku Mahihia God Grant me the Serenity E 'ae mai i na mea i Hiki 'Ole ai ia'u ke Ho'olohi To ACCEPT Things I cannot Change Ku ikaika e ho'olohi Ai i na mea e hiki ai The COURAGE to Change the things I can A me Ku na'auao e maopopo Ai Ku 'oko 'a And the WISDOM to know the difference... Amene Amen E a loa Maná Akua Ha'awi E quiero Ku Mahihia Dios concedeme la serenidad Para aceptar las cosas que no puedo cambiar Ku ikaika e ho ' olohi El valor para cambiar las cosas que puedo Un ku na ' me auao e maopopo Ai ku ' oko ' a Y la sabiduría para conocer la diferencia... Amene Amen

Cuando Gauguin llegó a Tahití, por primera vez, en junio de 1891, llevaba una cabellera que le barría los hombros, un coqueto tocado de piel roja, y, en general, el atuendo llamativo y provocador que había adoptado desde que renunció a su carrera de agente de la Bolsa, en París. Los indígenas de Papeete, sorprendidos, lo creyeron un mahu, especie rara entre los europeos de la Polinesia. Los colonos explicaron al pintor que, en la lengua maorí, el mahu era un hombre-mujer, una variante de los seres humanos que, aunque existía desde tiempos inmemoriales en las culturas del Pacífico, los misioneros católicos y protestantes, empeñados en una pugna sorda entre ellos por el adoctrinamiento de los indígenas, habían, sin embargo, demonizado y prohibido de común acuerdo desde que, a mediados del diecinueve, se aceleró la colonización de las islas. Sin embargo, la extirpación del mahu de la sociedad indígena resultó un hueso duro de roer, y, al cabo de los años, una ilusión. Disimulado en los a