la danza varonil polinesia

Acerca del baile de los hombres polinesios, es basico conocer que fue para ellos a los que se dirigio principalmente la danza,

El Hula kahiko comprende una gran variedad de estilos y de modos, desde el solemne y sagrado al frívolo. Muchos hula se crearon para alabar a los jefes y se bailaban en su honor o para su entretenimiento.

El hula serio se consideraba una actuación religiosa. Al igual que sucedía con las ceremonias en el heiau, la tribuna del templo, el más mínimo error invalidaba la representación. Podía ser incluso un presagio de mala suerte o tener graves consecuencias. Los bailarines que aprendían este hula inevitablemente cometían muchos errores, por este motivo eran recluidos de forma ritual y puestos bajo la protección de la diosa Laka durante el periodo de aprendizaje. Las ceremonias señalaban el éxito en el aprendizaje y el fin de la reclusión.

El Hula kahiko se celebra hoy bailando al son de cánticos históricos. El Hula kahiko se caracteriza por la vestimenta tradicional, por un aspecto austero y por la creencia de que hay que tomar en serio el significado de la letra.

Los hombres vestían el malo de todos los días o tela de costado. Igualmente podían llevar un malo voluminoso, hecho de mucha tapa. Lucían también collares, brazaletes, tobilleras y lei.

aqui un comentario de un joven que ha estudiado en el CENTRO CULTURAL POLINESIO esta bella danza su nombre es :
CODY MAFATU:

Aprendiendo el arte de la danza polinesia, con algunos de los mayores y más difíciles kumuhulas o capitanes me enseñó la paciencia, la persistencia, la precisión y la exactitud no sólo en los movimientos, pero el estilo de vida, así como he tratado de ser exactos en las decisiones y el camino que sigo en vida. Como estas grandes lecciones se han aprendido es que los hubo momentos de decepción cuando había algunas propuestas que parecía inalcanzable. Sin embargo, al igual que existen obstáculos en la vida que parecen imposibles de superar, una resonancia a las propuestas de resolución se produjo después de mucho sudor, la práctica, y la resistencia. Me enteré de que podía obtener lo que desea en la vida siguiendo los mismos pasos que me enseñaron mis instructores, nunca rendirse, seguir aprendiendo y cuando se comete un error en mantener la sonrisa y seguir adelante. Cualidades, como la dedicación, la paciencia y la resistencia se convirtió en una parte de mí como la danza se convirtió en una parte de mí. Finalmente llegó el momento cuando estaba listo para tomar el escenario y compartir la tradición cultural de la danza con el mundo. No hay otra experiencia bastante emocionante, como una actuación en la que le hemos dado todo tu corazón. Ahora me siento como en una con mi abuela y bisabuela y los muchos otros que han ido antes que yo y cuando realice el palpitante tambores hoy convertido en el latido del corazón de mis ancestros y su legado en la que vive en mí.

Mulu Maugalei mi abuela, una hija de un jefe supremo de Samoa, es un Taupo, o princesa, que llevó a cabo el baile de la oti nifo (samoano cuchillo danza) para muchas ceremonias y celebraciones especiales. Creo que se puede decir de la gran tradición de la danza polinesia fue una herencia familiar que estaba destinado a ser transmitidos a pesar de las generaciones. Es este legado, el orgullo, y mi anhelo de conectar con mis raíces que me llevan a convertirse en un artista intérprete o ejecutante en el Centro Cultural Polinesio. Era un sueño para mí representar a mis antepasados de las Islas del Pacífico a través de la canción y el baile y aprender las tradiciones de los antiguos, así como presentarlos a una audiencia mundial. Como millones de visitantes han llegado al Centro Cultural Polinesio esa visión se ha convertido en una realidad para mí, sin embargo convertirse en un artista intérprete o ejecutante en el PCC no fue una tarea fácil.